Sin mis audífonos no podría tener una vida independiente

Cartel de la Campaña 'Que lo escuche todo el mundo'

admin

29 Septiembre, 2017

Movimiento asociativo

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Me llamo Roser y soy una chica de 23 años con discapacidad auditiva bilateral profunda. Me gradué en Química en IQS (Instituto Químico de Sarriá), de la Universidad Ramón Llull, durante los años 2011-2015, donde también cursé más tarde un Máster en Química Analítica. Utilizo audífonos, uno en cada oído, desde que me detectaron la pérdida auditiva con dos años.

Sin los audífonos, solo tengo acceso a las conversaciones gracias a la lectura labial de forma individual y no puedo atender a más de un interlocutor a la vez. Además, requiero de alguien que me informe de todos los sonidos o sucesos que pasan a mi alrededor.

Los audífonos y muchas horas de logopedia me han permitido tener acceso a la mayor parte de la información. Por lo tanto, para mí la educación recibida y las prótesis son muy importantes en el día a día y, sin ellas, no podría tener la vida independiente que llevo actualmente. Sin embargo, todavía sigo teniendo necesidades en momentos puntuales, como por ejemplo, a la hora de seguir una clase, una conferencia, una película, etc., debido a la distancia con el interlocutor, a la distorsión del sonido, al ruido de fondo o a la reverberación de la sala.

Los principales avances, además de los audífonos, de los que he podido disponer son: la emisora de frecuencia modulada (FM) en clase y para ver la televisión;  el bucle magnético en sitios públicos como en el cine y en las estaciones de tren, y el subtitulado en la televisión y en conferencias. Todos ellos me han permitido casi siempre solucionar las necesidades comentadas anteriormente.

Pero hay que tener en cuenta que estos avances todavía no están al alcance de todas las personas con discapacidad auditiva. Por ejemplo, no todos los alumnos sordos tienen una emisora FM a su disposición en la escuela; son pocos los espacios públicos como cines, teatros, museos o salas de conferencias que están adaptadas con un bucle magnético; eventos tan simples como una fiesta mayor o conciertos no van acompañados de una pantalla que permita la lectura labial y estén subtitulados, entre otros.

A corto plazo, se debería acelerar la habilitación de todos los espacios públicos, aplicando las normas de accesibilidad vigente, para que quienes no oímos en las mismas condiciones que cualquier otro ciudadano podamos mejorar esta situación. Además, se deben ampliar las prestaciones y condiciones a todos aquellos dispositivos que permiten equiparar la calidad de vida de una persona sorda a la de cualquier otra.

 

Roser Serret

 

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