Emprender es muy costoso, pero alucinante

Lidia, trabajando en su oficina

admin

15 Septiembre, 2021

Empleo

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Me llamo Lidia y voy a contar mi experiencia como emprendedora, para lo que voy a remontarme a 2012. Yo vivía en Madrid. Mi marido, mi casa y mi primera hija, junto a mi trabajo en la Fundación Bobath (Centro Específico de Atención a personas con parálisis cerebral) eran la vida que yo sentía como mía y feliz de vivirla.

Fue entonces, estando embarazada de mi segunda hija, cuando asistí a una de esas reuniones de desarrollo personal y me hicieron una pregunta...: - “¿Eres feliz?”. Pues claro! contesté yo... Entonces me dijeron: - “¿Puedes ser más feliz?”, y yo de guasa dije, pues mira, si... si viviera junto a la playa y pudiera ir en bicicleta a trabajar y mis hijas disfrutaran más de su padre, seguro que sí.

Yo creo que ese fue el principio del cambio de chip... ¿Por qué no intentarlo?

Fue así como decidí hacer la convalidación de diplomada a graduada en Fisioterapia por la Escuela de Fisioterapia de la ONCE. Para ello,  tuve que presentar un trabajo fin de grado con un plan de negocio que retomé meses más tarde, una vez finalizada la graduación.

Así empezó mi andadura como emprendedora, de la mano de un asesor de Fundación ONCE, que me iba guiando en cada una de las propuestas que tenía que representar en el papel: tanto la idea como la elaboración de los servicios y la estructura del negocio, como la contabilidad y previsiones financieras.

Para mí este apoyo fue imprescindible; el buen asentamiento de un plan de negocio bien hecho, sin duda te da seguridad y confianza.

Me vino genial poder divagar, volar, subir al cielo soñando que los niños con parálisis cerebral de Almería tendrían un centro y unas oportunidades terapéuticas como los niños a los que yo trataba en Madrid. Pero parar, ir del cielo al suelo y plantar los pies en la tierra es algo que en los inicios como emprendedora es necesario y en mi caso Fundación ONCE estuvo a mi lado para ayudarme a hacerlo.

Ahora, en 2021, vivo en Almería con mi marido, mis dos hijas, mi trabajo y mi casa, cerca del mar, voy al trabajo en bicicleta, respiro aire fresco todos los días... Esta es mi vida ahora.

He montado un centro junto a una compañera en el que abordamos no solo mi área de parálisis cerebral, sino también proyectos para niños con dificultades en el aprendizaje, pequeños con autismo y bebés prematuros; impartimos formaciones en la universidad como ponentes y organizamos talleres para que puedan venir grandes profesionales a Almería a ayudar a formarnos a todos...

Después de ocho años, comparten con nosotras este proyecto 17 personas más, aportando su trabajo diario y su ilusión; ampliamos proyecto con un local nuevo y estamos esperando otro mayor para dentro de poco...

Está claro que emprender es muy costoso, pero es alucinante, sobre todo si se hace para ayudar a los demás.

        

Lidia Parra Sánchez,

fisioterapeuta pediátrica

y codirectora del Centro InterActúa

 

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