La formación específica, esencial para afrontar los retos de la accesibilidad y la diversidad funcional

Históricamente, ha predominado la tendencia a diseñar nuestros entornos, nuestros productos y nuestros servicios, en base a unos criterios estándar apoyados en una persona con unas características determinadas, sin atender a la diversidad de las personas ni a la diversidad de necesidades. Ello ha provocado que, a estas alturas, debamos hacer algunos esfuerzos por subsanar la desigualdad y la discriminación que aquellos criterios de diseño provocaron.

 

Por ello, al ser la accesibilidad transversal a todo tipo de ámbito, requiere de equipos multidisciplinares y compuestos por personas especializadas en la materia, para resolverlo adecuadamente.

 

Pues bien, para esta especialización es vital (y así lo recomiendo en mi comunicación para el Congreso Nacional de Arquitectura Técnica celebrado el pasado mes de abril en Granada) la formación continua y específica impartida por profesorado PROFESIONAL, y hago hincapié en la palabra PROFESIONAL, porque es el punto de vista que mayor experiencia y mejores criterios de enseñanza podrá aportar en una formación de especialización, y lo hago también porque, ya que estamos en el blog de la Fundación ONCE, eso fue precisamente algo que me hizo matricularme en un máster que ésta organiza junto a la Universidad de Jaén, como es el Máster Online en Accesibilidad para Smart City: una formación impartida por docentes, algunos de los cuales ya conocía, con experiencia profesional a sus espaldas, y de muy diversas disciplinas, desde arquitectos/as hasta ingenieros/as informáticos/as, pasando por trabajadores/as sociales, diplomados en enfermería, etc.

 

Y son docentes que no se limitan a dar una clase y a evaluar una prueba, sino que varios de ellos, además, se implican y colaboran activamente en la que yo calificaría como la etapa reina del curso: su semana presencial, la Madrid Accessibility Week, la cual he tenido la fortuna de vivir en primera persona en sus dos primeras ediciones (y digo “fortuna” plenamente convencido) participando en conferencias, en talleres prácticos, compartiendo experiencias, conocimientos, aprendizaje, mucho humor y sobre todo estableciendo contactos de diversos/as profesionales y de diversas partes del mundo (volvemos a incidir en la diversidad de personas,  y por consiguiente en la transversalidad de la accesibilidad).

 

Formación de este tipo y de este nivel, es necesaria e indispensable para poder afrontar los retos que la accesibilidad nos tiene preparados en nuestro día a día, tanto a nivel personal como profesional; ya que a estas alturas del siglo XXI en el que nos encontramos, es ya hora de que cualquier persona en el mundo pueda ejercer libremente su derecho a una vida autónoma. De nosotros y nosotras, los profesionales, depende en buena parte.