Dos tripletes y un gran equipo

Al volver de los Juegos Paralímpicos de Río, con muchos de nuestros componentes como protagonistas de diferentes selecciones nacionales y sin apenas descanso, ya afrontábamos el difícil reto de mantener el nivel que nos había coronado como el mejor equipo de baloncesto en silla de ruedas de Europa (ganando la Champions Cup) y ganando también todo en España (campeones de Copa del Rey y de Liga) en la temporada pasada. Estos tres títulos en la misma temporada son los que hacen el famoso triplete del que tanto hablamos últimamente. Si conseguir un triplete ya es difícil, lograr repetirlo esta temporada 2016-2017, que ya acaba, tiene aún más valor.

 

Al cambiar el formato de competición europea, el CD ILUNION fue organizador de los Cuartos de Final de la Euroliga. Contamos con la inestimable ayuda de San Agustín del Guadalix, sede del evento. Nos ofrecieron su apoyo y cariño, y nos permitieron utilizar sus instalaciones para prepararnos adecuadamente. Encontrándonos como en casa, hicimos un torneo redondo y nos clasificamos para la Final Four.

 

Esta fórmula nos hizo pensar en repetir el tipo de preparación de cara a la Final Four de Champions Cup, que tuvo lugar en Tenerife. El club hizo un gran esfuerzo para desplazar al equipo la semana previa a la Final Four con la misma intención, ante los días festivos en Madrid y los problemas de falta de cancha para los entrenamientos previos. Una vez allí, conseguimos realizar dobles sesiones de entrenamientos y recuperar el buen estado de forma de la plantilla para ganar de nuevo a los mejores equipos de Europa. De esta forma volvimos a lograr el más difícil de los títulos, en una gran final ante el MIA Briantea84 Cantú. 

 

Tras la resaca europea, había que poner de nuevo las ruedas en el suelo para centrarnos otra vez en la Liga. Una liga cuyas últimas jornadas no nos sirvieron de mucho al tener ya asegurado el primer puesto en la tabla y la clasificación para la Final 4. Por ello, debíamos centrarnos nuevamente en nosotros, en nuestros objetivos y en nuestra capacidad como equipo. A pesar de las interrupciones provocadas por las lesiones de algunos de nuestros jugadores, conseguimos llegar en óptimas condiciones para ganar 87-75 en una espectacular final contra el BSR AMIAB Albacete, repetición de lo que fue la final de la Copa del Rey. Esta vez tengo la sensación de que he presenciado uno de los mejores partidos de BSR que recuerdo. De esos de los que el espectador se enamora de nuestro deporte y, como se dice, de los que hacen afición.