La playa, un derecho para todos
Define el DRAE la accesibilidad como la “posibilidad de acceder a cierta cosa o facilidad para hacerlo” y ese debe ser el objetivo que las administraciones públicas nos hemos de marcar a la hora de trabajar en nuestros destinos, en hacer destinos accesibles a todos los usuarios, sean cuales sean las necesidades que requieran, de modo que las vacaciones se conviertan en un derecho para todos y en una normalidad en nuestra sociedad.
Es por ello que en muchas ocasiones lo más importante no es solo disponer de una normativa amplia y prolija, sino también realizar un trabajo de concienciación entre los agentes implicados en implementar dichas normas y convertirlas en voluntades.
Es en este ámbito donde se debe hacer un trabajo muy importante para que todos los recursos turísticos puedan ser accesibles. Nos referimos a establecimientos hoteleros, de restauración, actividades y muy especialmente los servicios públicos.
En el caso del municipio murciano de Mazarrón, se está llevando a cabo un esfuerzo muy importante en el ámbito de la inclusión, especialmente en las playas, de forma que sean realmente accesibles a los usuarios.
Pero ¿de qué hablamos cuando nos referimos a accesibilidad a las playas? No nos referimos a medidas aisladas que permitan que el usuario pueda acceder a la arena o al agua; hablamos de un conjunto de actuaciones coordinadas entre diferentes áreas donde lo primero que se hace es un estudio de riesgo de las playas para definir cuáles son aquellas que reúnen las condiciones óptimas para su disfrute por parte de las personas con discapacidad.
Una vez decididas cuáles son estas playas se pasa a dotarlas de todos los servicios necesarios para que la experiencia del usuario sea lo más satisfactoria posible. Se piensa así, por ejemplo, en aparcamientos lo más cercanos posible a los accesos, rampas y pasarelas de acceso a los arenales, aseos adaptados, zonas de sombra en la arena, servicio de apoyo al baño, sillas anfibias, equipamientos en el agua con sillas y sombrajes para el disfrute del baño, etc.
Pero cuando queremos que las vacaciones sean un derecho para todos hemos de ir más allá y desde nuestro municipio obligamos a los concesionarios de playa a que adapten sus concesiones a las necesidades de este público, de forma que pueda disfrutar de los chiringuitos, sombrillas, etc. en las mismas condiciones que cualquier otro usuario de la playa.
El objetivo final pasa a ser que estas medidas se asimilen con absoluta normalidad y no supongan una excepción dentro de nuestro municipio.
Pío Garrido Urbano
Técnico Áreas de Turismo y Servicios del Litoral
del Ayuntamiento de Mazarrón