En Bandera Azul trabajamos para mejorar el acceso de todas las personas a las playas
Bandera Azul es un programa internacional de certificación de playas, puertos deportivos y embarcaciones turísticas, presente en 49 países. Nuestra entidad, ADEAC (Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor), es la organización responsable de su gestión en España. También desarrollamos otros programas de educación ambiental como Ecoescuelas, Jóvenes Reporteros para el Medio Ambiente o Llave Verde.
Todos los años, alrededor de 700 playas y 100 puertos deportivos presentan, de forma voluntaria, su candidatura a Bandera Azul. Una vez que evaluamos cada una, las remitimos a un Jurado Nacional, cuyas decisiones ratifica un Jurado Internacional. Después de todo este proceso, cada mes de mayo publicamos los resultados de las playas y puertos galardonados en la web www.banderaazul.org.
Todos los veranos visitamos las playas y puertos galardonados para comprobar que cumplen los rigurosos criterios de Bandera Azul a los que se comprometieron al presentar su candidatura. Estos criterios se agrupan en torno a varias áreas temáticas: información y educación ambiental, gestión ambiental, seguridad y accesibilidad.
Uno de los bloques que más ha evolucionado en los últimos años y en el que más cuidado ponemos los inspectores de Bandera Azul cuando visitamos una playa es en el de Accesibilidad. Para nosotros es importantísimo comprobar que todas las playas cuentan con accesos fáciles y seguros. Además, verificamos que al menos una de las playas con Bandera Azul de cada municipio dispone de un punto adaptado, a no ser que la topografía claramente no lo permita.
Comprobamos que en la playa haya al menos plazas de aparcamiento reservadas, accesos adecuados (a nivel o mediante rampas de pendiente y condiciones adecuadas) y aseos accesibles. Por supuesto, ponemos especial empeño en que todos estos elementos estén lo más próximos unos de otros, unidos por itinerarios peatonales sin barreras y en que se completen con pasarelas que permitan el acceso en silla de ruedas hasta la arena húmeda.
Aunque la Orden Ministerial VIV/561/2010 no entra en vigor para todas las playas urbanas hasta enero de 2019 y, por tanto, no podremos exigir su cumplimiento hasta el próximo verano, llevamos años velando porque las playas urbanas galardonadas con Bandera Azul posean todos los elementos que la norma recoge y avisando a los municipios responsables de aquellos aspectos que deben mejorar para alcanzar su total adecuación.
Por tanto, comprobamos que existen puntos accesibles para todas las personas, con aparcamientos reservados, itinerarios peatonales adaptados, pasarelas adaptadas de acceso a la playa que lleven a una zona de sombra, aseos adaptados y facilidades para el baño, es decir, servicio de silla y muletas anfibias para permitir el baño de personas con movilidad reducida. En los casos en los que las playas cuentan con vestuarios y duchas, también han de tener tales servicios adaptados.
Es un orgullo ver cómo, año tras año, la mayoría de los municipios no sólo cumple con la obligatoriedad de adaptar una de sus playas con Bandera Azul, sino que van sumando más playas accesibles y dotando de más servicios a las que ya tenían. Cabe destacar que el 66% de las playas con Bandera Azul 2018 cuentan con silla anfibia, aunque todavía no es obligatorio. La cifra de playas españolas con Bandera Azul de este año es superior a la del pasado, y en general, está por encima de la media europea. Además, cada año los inspectores nos encontramos con elementos nuevos como barras paralelas en la orilla del mar para facilitar el acceso a personas con problemas de estabilidad, sillas fijas dentro del agua, andadores anfibios, etc.
Pero en Bandera Azul no sólo reconocemos los esfuerzos por mejorar el uso de las playas por parte de personas con movilidad reducida, sino que también aspiramos a estimular y facilitar su disfrute a la ciudadanía con otros tipos de discapacidades y valoramos muy positivamente las iniciativas desarrolladas por los municipios en esta línea.
Por ejemplo, en las playas con Bandera Azul de la ciudad de Alicante, se prestan servicios de ocio para personas con discapacidades intelectuales y en las de la ciudad de Valencia existen dispositivos sonoros para facilitar el baño a quienes tienen discapacidades visuales. Y estos son sólo dos ejemplos.
Consideramos que Bandera Azul constituye un fenómeno social al haber conectado con una necesidad social sentida y generalizada (playas limpias, seguras y accesibles para todos) y reconocemos que nos sentimos muy orgullosos de ello.
Equipo de ADEAC