Arquitectura y ciudades para todas las personas
En nuestro estudio llevamos 30 años trabajando junto a personas con discapacidad intelectual. Toda esta experiencia nos ha enseñado la importancia de hacer los proyectos accesibles e inclusivos desde su inicio, desde las primeras líneas que se dibujan en la fase inicial de diseño, no solo en los edificios destinados a estos colectivos, sino en todos los proyectos.
El principal descubrimiento para nosotros ha sido entender que esa búsqueda de accesibilidad, simplicidad e inclusión hace mejores los proyectos. Los edificios son más abiertos a la ciudad; su acceso es más universal y directo; se comprenden mejor y se explican por sí mismos.
Se convierten en espacios más fáciles de recorrer y de entender, tanto para los usuarios habituales como para los visitantes ocasionales.
La planificación urbana, desde los estudios de densidad, la implantación de usos o la ubicación de ejes de comunicación, debe promover la calidad de vida de las personas y favorecer desarrollos urbanos hermosos, cómodos y justos. Esto implica aumentar las zonas verdes, minimizar los desplazamientos en coche, favorecer el transporte público y procurar que los trayectos hacia equipamientos, centros de salud, zonas comerciales, colegios, etc., sean cortos, siguiendo el modelo de ‘la ciudad de los 15 minutos’, donde todos esos servicios están a 15 minutos a pie.
Hacer el urbanismo accesible e inclusivo puede mejorar los edificios, haciendo que la arquitectura sea más versátil y abierta a todas las personas en su vida cotidiana, y no solo en situaciones singulares o en edificios emblemáticos.
En el sentido inverso (del edificio hacia lo urbano), el diseño de los edificios debe contribuir y reforzar el espacio público. Esto se consigue mediante decisiones concretas, como hacer que la planta baja sea permeable a nivel de calle y situar allí los espacios más públicos, susceptibles de ser utilizados por la comunidad.
Ahora que acabamos de celebrar el Día del Urbanismo volvemos a recordar la importancia de hacer accesibles e inclusivas nuestras ciudades y el espacio público. El impacto positivo, tanto urbano como social, que pueden generar las actuaciones urbanas, el paisajismo y el diseño del entorno de los edificios, multiplica exponencialmente lo que un edificio por sí solo puede aportar.
El urbanismo inclusivo y accesible ayuda a crear ciudades abiertas a todas las personas.
Paloma Campo
Arquitecto Ingeniero de la Edificación
del Estudio De Lapuerta + Campo
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