Es hermoso ser intérprete de lengua de signos
Soy intérprete de lengua de signos. Una profesión hermosa pero escasa. Las herramientas que utilizo para mi trabajo no pesan ni se transportan, forman parte de mí.
Desde el día que empecé a trabajar mi forma de ver el mundo, de entender el silencio, de comprender pequeños gestos… está entrelazada en mi personalidad. Uso mis manos, mi voz y sutiles o marcados movimientos para hacer llegar información y sentimientos a aquellos que no tienen voz ni oídos en esta sociedad. Una comunidad invisible unida a una profesión necesaria para poder tener una vida plena en derechos.
Mi profesión es joven. Lucho cada día en mi trabajo para que oigan mi voz, que es la voz de otros, para que me permitan trabajar porque no soy una mancha en el encuadre de la televisión, o la chica molesta que acompaña a los sordos.
Aún soy de las pocas personas que pueden tener esta profesión. Son muchas las que hacen falta pero pocas las contratadas. Es una profesión hermosa que se enturbia por la presión diaria de no poder cubrir todas las gestiones que tiene la población usuaria de la lengua de signos, tener que verme obligada a acompañar a unos y otros no, cuando para cada uno de ellos es importante la gestión que han de hacer y para la que me necesitan, para poder ser entendidos y poder recibir fielmente el mensaje dirigido a ellos.
Es emocionante conocer las historias que hay tras esas personas silenciosas en voz, pero cargadas de signos y expresiones. Confían en mí y me siento responsable, y me esfuerzo día a día en mi trabajo para que el mensaje llegue tal y como ha sido expresado.
Pero hay días que la persona oyente mira a los ojos a la Persona Sorda a la que acompaño, y escucha atentamente su voz, y responde a sus preguntas con naturalidad, permitiéndole formar parte de una sociedad que no le da su sitio habitualmente. Y esos días mi voz fluye suave y mis manos bailan con un ritmo constante. Y es bello ver que solo hace falta intención para que dos personas se comuniquen. Y es hermoso ser Intérprete de Lengua de Signos y ser el puente de comunicación que ha permitido que mis manos, mi rostro, mi cuerpo y mi voz hagan llegar tantos silencios.
Eugenia Morales Fedriani
Intérprete de Lengua de Signos Española
en servicios ordinarios
*La foto es una imagen de lisa runnels en Pixabay