Los estudios como vía de escape

Desirée, junto a otro becado, pronunciando un discurso en la ceremonia de entrega de becas

comunicacion

05 Enero, 2023

Formación

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Me llamo Desirée Vila. Con 16 años me encantaba la gimnasia acrobática. Competía a nivel internacional y le dedicaba muchas horas. También era buena en los estudios; en el club donde entrenaba nos castigaban sin competir si suspendíamos alguna asignatura, por lo que yo era siempre muy responsable con lo académico para poder seguir haciendo lo que más me gustaba: el deporte.

Pero un día, el deporte se acabó. Me lesioné haciendo una acrobacia y, unos días más tarde me amputaron la pierna derecha por encima de la rodilla. Se acababa mi carrera deportiva, y con ella, todas las grandes motivaciones de mi vida.

Mis padres me animaron a no perder el curso. Empecé a estudiar, primero en el hospital y ya cuando me dieron el alta, desde casa. Los profesores venían a hacerme los exámenes y con mucho trabajo y paciencia, terminé 1º de bachillerato con buenas notas. Y, como no podía ser de otra manera, volví al deporte.

Gracias a empezar a entrenar, mi vida cambió completamente: no solo fui aceptando poquito a poco mi discapacidad, sino que además mi calidad de vida había mejorado muchísimo y, lo más importante, el Comité Paralímpico Español me ofrecía la oportunidad de vivir en la Residencia Blume de deportistas profesionales para poder entrenar en Madrid y preparar los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020.

Sin embargo, hay una cosa muy importante que no ha cambiado en todos estos años: mis ganas de seguir formándome y aprendiendo. Así que, una vez en Madrid, me matriculé en la Universidad Rey Juan Carlos para estudiar el grado de Relaciones Internacionales, una carrera que combina varias áreas que me interesan muchísimo, como la política, el derecho, la cultura y las religiones, los conflictos armados, los idiomas, la diplomacia…

Debo decir que ser deportista de élite y estudiante al mismo tiempo no es fácil. Compaginar estas dos cosas ha sido todo un desafío. Muchas veces falto a clase porque doblo (entreno por la mañana y por la tarde) o porque estoy en alguna concentración. Sin embargo, en este camino he tenido el gran apoyo de Fundación ONCE, que me ha ayudado económicamente, a través de una de sus becas ‘Oportunidad al Talento’, a suplir los gastos derivados de esta formación.

Para mí es fundamental seguir preparándome en el ámbito académico para poder ampliar las posibilidades de encontrar un empleo el día de mañana. Espero seguir muchos más años en el alto rendimiento y poder cosechar muchos logros a nivel deportivo, pero no me olvido de mis estudios. Y gracias a Fundación ONCE, lo tengo más fácil para no tener que renunciar a ninguna de las dos cosas que me gustan.

 

 

Desirée Vila, becada por Fundación ONCE

con una ayuda ‘Oportunidad al Talento’

en la categoría Estudios y Deporte

 

 

 

Fundación ONCE, discapacidad, Becas Oportunidad al Talento, Comité Paralímpico Español, Juegos Paralímpicos de Tokio 2020

 

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