El modelo Bequal de gestión de la discapacidad, una OPORTUNIDAD para integrar Talento, RSE y Rentabilidad
En España se contabilizan 3,8 millones de personas con discapacidad, un 9% por ciento de la población. Este número asciende, en Europa, a 80 millones de personas y la cifra se aproxima a los 1.000 millones en el planeta.
Detectar el Talento diverso que hay en estas personas permite contar a las organizaciones con perfiles humanos que aportan enfoques diferentes, innovadores y comprometidos para afrontar retos presentes y futuros.
Sólo en la Universidad contamos con 22.000 estudiantes con discapacidad que suponen el 1,3% del total de la comunidad universitaria. Anualmente este número se engrosa con incrementos cercanos al 10%. Un 9,2% acceden a estudios superiores de posgrado, máster y doctorado
La incorporación, a la empresa, del talento de las personas con discapacidad provoca un efecto llamada para otros trabajadores, que cada vez valoran más las organizaciones comprometidas socialmente, convirtiéndose en un atributo de orgullo de pertenencia, conduciendo a las entidades a retroalimentar la Responsabilidad Social Corporativa y convirtiendo a la organización en motor de cambio social.
Todo esto ha hecho que estándares de elaboración de Memorias de sostenibilidad, como el GRI, en su versión 4, incluyan la discapacidad, a través de indicadores específicos, como variable innovadora en Derechos Humanos.
El binomio Talento diverso y RSC crea el caldo de cultivo para dotar, a la organización, de la posibilidad de ofertar servicios y productos que respondan a las necesidades del colectivo de discapacidad, también de la 3ª edad, lo que favorecerá el acceso a estos mercados potenciales, con capacidad de compra.
Recordamos que se estima en un 30% la población que convive, directa o indirectamente, con la dimensión de la discapacidad. En 1 de cada 3 familias o en 1 de cada 5 hogares está presenta esta realidad.
Además incorporar la discapacidad a la cultura empresarial supone una importante ventaja competitiva que mejora el acercamiento de la Empresa a las AAPP y de estas al Ciudadano.
Como ejemplo legislativo destacamos la nueva Ley 40/2015, de 1 de octubre, de Régimen Jurídico del Sector Público, que prohíbe contratar con las AAPP si se está en incumplimiento de la Ley de Derechos de las personas con discapacidad y su inclusión social.
Estas políticas mejoran el diálogo con este Grupo de Interés reconocido, a nivel internacional, como uno de los más organizados del mundo con más de 7.000 asociaciones luchando por sus derechos.
También mejoran el posicionamiento de la empresa, como proveedor, ante organizaciones comprometidas con la RSE, que exigen, en sus cadenas de suministro, estar alineados con sus políticas de responsabilidad.
Llegados a este punto la pregunta es ¿cómo llevar a cabo esta transformación?
La herramienta más fiable con la que contamos actualmente es el modelo Bequal. A partir de la Guía de RSE-Discapacidad, de Fundación ONCE y del modelo EDC de excelencia en discapacidad, de la Fundación Seeliger y Conde nace este innovador modelo, legitimado por todo el movimiento asociativo de la discapacidad en España, capaz de transformar organizaciones tradicionales en organizaciones inclusivas, a partir de una metodología amigable, progresiva y certificable (www.Bequal.es).
El éxito radica en su transversalidad y añade a la variable protagonista de la ecuación de la inclusión, el candidato con discapacidad, otra variable clave: el receptor del candidato, la empresa. Ambas dimensiones se abordan desde el análisis de la Estrategia y Liderazgo de la Dirección, la Gestión de los Recursos Humanos, la Accesibilidad, el Marketing y las Ventas, la I+D+i, la Comunicación, la Gestión de Proveedores y la Acción Social.
Esta herramienta de mejora continua parte de un diagnóstico donde se hace converger todo lo que ya se está haciendo y que facilita una hoja de ruta que planifica las mejoras detectadas permitiendo a la empresa avanzar en el camino de la excelencia en la gestión de la diversidad.
Hemos conseguido, mediante experiencias reales, evidenciar que el talento no entiende de edad, raza, condición social o discapacidad, sino únicamente de personas y de competencias. Es vital tenerlo claro y trasladarlo a todas nuestras organizaciones, no sólo por una cuestión de justicia o igualdad social, sino porque la competitividad de las empresas, la credibilidad de nuestras instituciones y nuestra sociedad en su conjunto dependen de ello: no podemos desaprovechar esta oportunidad”.
Son muchas las organizaciones que están asumiendo, en compañía de Be on diversity (www.beondiversity.eu), esta fórmula de trabajo para crear una base sólida sobre la que construir una organización socialmente responsable con la discapacidad. Confiamos en que muchas más se unirán en el futuro a este proyecto.