Para crear hay que creer

Gráfico ilustrativo de la esclerosis múltiple

admin

02 Enero, 2017

Universidad

0 comentarios

1.144 visualizaciones

Mi nombre es Laura Cubas, tengo 24 años y estoy realizando un doctorado en Neurociencias en el Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital La Fe en Valencia. Hace un año decidí comenzar el doctorado con la esperanza de conseguir financiación para poder llevarlo a cabo, algo muy difícil en tiempos de recortes en sanidad e investigación. He estado combinando trabajos a tiempo parcial con la investigación hasta que, recientemente, Fundación ONCE me ha concedido una de sus becas de doctorado. Me siento muy agradecida porque ahora sí podré dedicarme plenamente a escribir la tesis y acabarla. Es un privilegio para mí.
 
En concreto, el estudio se centra en poner a punto un modelo experimental de esclerosis múltiple que cursa con afectación del nervio óptico y de la médula y en probar un tratamiento consistente en la inyección intravenosa de células mesenquimales modificadas genéticamente con un gen de reparación neuronal. Estudiamos la capacidad de estas células de migrar a las zonas lesionadas, sus efectos antiinflamatorios y la acción de un gen que permite la regeneración de los “circuitos” (vías de transmisión de señales), lo que podría permitir reparar zonas dañadas y recuperar, al menos parcialmente, las funciones perdidas. 
 
Así pues, zonas lesionadas por la inflamación, como el nervio óptico, podrían regenerarse y frenar así la pérdida de agudeza visual que sufren los pacientes, aunque, este tratamiento no es específico, y podría servir en otras afecciones inflamatorias del nervio óptico. Del mismo modo, las lesiones motrices debidas a daños medulares podrían recuperarse mejorando mucho la calidad de vida de los enfermos.
 
Cuando hace seis años tuve que elegir qué estudiar me guié por aquello que me ilusionaba, sin pensar en si me resultaría fácil o difícil, o en si encontraría o no trabajo… Siempre hay gente que pone en duda tus posibilidades, pero ni siquiera uno mismo sabe de lo que puede ser capaz. Tengo una discapacidad física, pero más bien la considero una “supercapacidad”. Siempre he tenido que buscar alternativas para llegar donde otros llegan y es una forma de entrenar tu creatividad, y ser creativo para la ciencia no viene nada mal. Me siento afortunada de ser lo que soy y nunca habría imaginado llegar tan lejos. 
 
Animo a todo aquel que tenga alguna dificultad a confiar en sus posibilidades. No importa cómo ni cuánto cueste conseguirlo, pero sí que nunca dejes de creer en ti mismo. Querer es poder.
 
Laura Cubas Núñezi, investigadora
 

Compartir

Comentarios