Un salto de Canarias a Dublín
Mi nombre es Marely y estudié Derecho en la Universidad de la Laguna e hice un Máster en Criminología por la Universidad Miguel Hernández de Elche. Mi currículum según mis entrevistadores es sorprendente, pero nunca es suficiente, siempre falta algo: los idiomas. Es por eso que tendría que ahorrar y decidir plantearme hacer un curso en el extranjero donde pudiera aprender idiomas más rápido y seguir mi trayectoria profesional.
La teoría es muy fácil, lo difícil es la realidad económica, ¿De dónde saco ahorros? Si en las entrevistas de trabajo no tienes experiencia o no tienes los requisitos exigidos según sus criterios, esos ahorros no existen. Y es ahí donde entra Fundación ONCE y su beca para aprender idiomas en el extranjero, una oportunidad, una señal que surgió como publicidad de Internet, y que por suerte vi una noche de madrugada: el destino estaba llamando mi atención.
La toma de decisión no fue fácil, ya que da un poco de miedo salir de tu país por primera vez hacia otro país completamente diferente, otro idioma, otra cultura.
Una vez en Irlanda, mi primera semana se resume en: ¿podría hablar más despacio y repetirlo de nuevo, por favor? (could you repeat it again, please; and could you speak more slowly, please?) y aún así seguía sin entender nada.
Una vez que llegas al país y ves tu entorno, poco a poco vas observando que no eres la única persona en esa situación o en situaciones peores a la tuya. Al pasar los días visitas la ciudad, te sumerges en la cultura, degustas la comida... En resumen, vives el país, y además de eso, cuando llegas a clase sigues sumergiéndote en otras culturas y nacionalidades que ni siquiera esperas: coreana, francesa, rusa, palestina, turca, japonesa.... Con esta oportunidad no solo aprendes idiomas, sino cosas que no aparecen en libros. Y lo más importante, pierdes el miedo a esos "algún día visitaré o algún día iré". Lo ves todo más posible.
Mi viaje aún no ha acabado, pero sé que todo lo que aprenderé aquí nunca lo olvidaré.
Marely del Valle González Pérez,
beneficiaria de una de las becas de idiomas de Fundación ONCE