Para las mujeres y niñas en toda su diversidad: derechos, igualdad y empoderamiento

Como mujer con parálisis cerebral desde mi nacimiento, he enfrentado desafíos que han forjado mi convicción en la importancia de los derechos, la igualdad y el empoderamiento para todas las mujeres y niñas en su diversidad.
Nací en una noche fría de enero, en el pequeño pueblo de Latre, en el Pirineo aragonés, rodeada de montañas y verdes campos. No vine al mundo en un hospital, sino en mi propio hogar, arropada por mi familia. Sin embargo, mis primeros meses de vida estuvieron marcados por una meningitis que provocó mi parálisis cerebral infantil. Mi frágil salud preocupaba a todos, y cada día era una lucha por salir adelante.
Desde muy pequeña, mi curiosidad por el mundo me impulsaba a aprender. Mi hermana, con paciencia y amor, me enseñó a leer a los tres años, y mi pasión por la lectura me llevó a descubrir mundos inimaginables. Mi hermano me ayudaba a sortear las innumerables escaleras y barreras de mi entorno, mientras jugábamos juntos. Aunque no me movía con facilidad y sufría dolores en la cadera, nunca me rendí. La sobreprotección de mi familia se combinaba con el amor y las herramientas que, sin darse cuenta, me brindaban para desarrollar mi independencia.
Los días en Latre estaban llenos de risas y juegos, aunque también de barreras. No me aceptaron en la escuela por no ser "normal", pero con el apoyo de mi familia y de mi maestra Lola, fui la primera alumna en España en cursar la EGB a distancia a través del CENEBAD. Esta experiencia me hizo comprender que la sociedad no siempre está preparada para aceptar la diversidad, pero que eso no define nuestras capacidades ni nuestros sueños.
Por falta de accesibilidad, cursé el Bachillerato en la antigua Universidad Laboral de Huesca, a cinco km. de mi casa. No había transporte adaptado, pero con perseverancia logré que la Cruz Roja y la furgoneta de algunos profesores me llevaran. Más tarde, decidí estudiar Derecho en Zaragoza. No fue fácil: mi padre me trasladaba dos veces por semana a la universidad porque no había medios adaptados. Cada examen aprobado, cada clase atendida eran una victoria. Finalmente, completé un máster en Madrid, gracias a Fundación ONCE, y me convertí en una profesional comprometida con la defensa de los derechos de las personas con discapacidad.
Madrid se convirtió en mi nuevo hogar, donde trabajo incansablemente por la inclusión social y por conseguir una vida independiente. Trabajar en Fundación ONCE e ILUNION me ha permitido contribuir activamente a la integración laboral de personas con discapacidad. Creo firmemente que el empleo digno es la clave para la normalización y la plena participación en la sociedad.
A lo largo de mi trayectoria,he aprendido que las barreras más difíciles de superar no son las físicas, sino las mentales y comunicativas. La falta de información y los prejuicios son obstáculos que debemos derribar para construir una sociedad verdaderamente inclusiva.
Con mi lema "si yo quiero, puedo", seguí abriendo caminos, inspirando a otros a creer en sí mismos y a luchar por un mundo más justo e inclusivo.
Mi experiencia personal me ha enseñado que el empoderamiento comienza desde uno mismo. Al aceptar y valorar nuestra propia identidad, podemos inspirar a otras mujeres y niñas a hacer lo mismo. Me formé como coach para que la escucha activa sirva a otras mujeres y niñas para conseguir sus objetivos.
En este camino hacia la igualdad, es vital reconocer y celebrar la diversidad en todas sus formas. Cada mujer y niña tiene una historia única, y es esa diversidad la que enriquece nuestra sociedad. Al unir nuestras voces y esfuerzos, podemos lograr un mundo donde todas tengamos las mismas oportunidades y seamos valoradas por quienes somos.
Mi compromiso es seguir trabajando por una sociedad más justa e inclusiva, donde la diversidad sea vista como una fortaleza y donde cada mujer y niña pueda alcanzar su máximo potencial sin restricciones ni discriminaciones. Juntas podemos construir un futuro donde la igualdad y el empoderamiento sean una realidad para todas.
En la actualidad, entre otras cosas, desde la Fundación CERMI MUJERES, sigo luchando para que las mujeres y niñas con discapacidad tengamos un mundo en el que no haya que levantar la mano para reivindicar nuestros derechos humanos
Noelia López,
Patrona de la Fundación
CERMI MUJERES
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