Aún queda mucho por conseguir
Este fin de semana celebramos el Día Internacional de las Personas Sordas y como persona sorda que soy, siento que es una fecha especial.
Para mí evoca recuerdos de gratitud por la educación que he recibido (en especial hacia mis padres y mi logopeda), y ya que estamos en un mundo predominantemente audio-oral, ha supuesto un gran apoyo poder comunicarme mediante la lengua oral con ayuda de las prótesis auditivas. El dominio de la lengua oral me ha dotado de unos recursos que me han facilitado la integración en la sociedad y, no sin esfuerzo, aprovechar las oportunidades que ofrece.
Pero el Día Internacional de las Personas Sordas también evoca recuerdos amargos porque detrás de cada paso que hemos ido dando hay mucho sacrificio, dedicación, incomprensión, paciencia y esfuerzo económico.
Pero no sólo despierta sentimientos agrios recordar el pasado, sino también comprobar que en la actualidad, pese a haberse avanzado mucho eliminando barreras de la comunicación en el ámbito educativo, laboral, cultural, social,.... todavía no se garantiza la plena autonomía de las personas sordas.
El año que viene se cumplirán diez años de la aprobación de la ley 27/2007, por la que se reconocen de manera oficial la diversidad de comunicación de las personas sordas y sordociegas, mediante las lenguas de signos españolas y la comunicación oral con medios de apoyo, y sin embargo falta bastante recorrido para ver garantizados esos derechos básicos y humanos.
Creo que se ha avanzado mucho gracias a la apuesta de la Confederación Estatal de las Personas Sordas (CNSE), la Confederación Española de Familias de Personas Sordas (FIAPAS), Fundación ONCE y otras entidades, en proyectos como la instalación de bucles magnéticos en diversos centros comerciales
(http://www.ilunion.com/es/comunicacion/actualidad/29022016/alcampo-insta...), y la instalación del servicio de comunicación en lengua de signos SVisual en comisarías de policía (http://www.policia.es/prensa/20151105_1.html), pero también gracias al esfuerzo de niños/as y Jóvenes Sordos/as usuarios de lengua de signos o lengua oral que con su esfuerzo personal han superado dificultades e incluso muchos han accedido a la universidad.
Pero todavía las familias tienen que realizar un gran esfuerzo económico para acceder a las prótesis auditivas e implantes cocleares, a la logopedia; no todos los jóvenes sordos/as acceden a una educación e información accesible y de calidad en todas las etapas, empleo de calidad, servicios hospitalarios, de justicia, de ocio y cultura accesibles,... aún queda mucho por conseguir. Sólo garantizando la DIVERSIDAD y SUMA de estos recursos las personas sordas podremos escoger los medios que precisamos en cada momento de la vida y así ver garantizada la plena inclusión.
Por último, el sentimiento de orgullo por ser persona sorda lo aprendí cuando, tras finalizar la universidad, conocí la comunidad sorda y aprendí la lengua de signos, ahí cultivé mi otra mitad sorda; hoy siento ese Orgullo más amplio al compartir los logros y fracasos de todas y cada una de las personas sordas y sus Familias, porque pese a las dificultades hemos ido avanzando en la construcción de esta sociedad, y estoy segura que juntos llegaremos más lejos. ¡¡Felicidades en el Día Internacional de las Personas Sordas!!
Susana García-Andrade