Una barrera menos, un derecho más
Por fin, tras la lucha de mucha gente, se cumple el derecho al voto, a participar y a tomar decisiones de todas las personas con discapacidad intelectual, enfermedad mental o deterioro cognitivo.
Se van rompiendo las barreras y prejuicios que tiene la sociedad sobre la discapacidad y hay que entender que la discapacidad es una condición más de la vida, como cualquier otra y que no se debe juzgar a alguien o prohibirle derechos por ser diferente.
De todas formas, hay más cosas que mejorar: sería necesario que los programas electorales y las papeletas estuvieran en lectura fácil para que todas las personas con discapacidad intelectual, las personas mayores o personas inmigrantes lo entiendan. Por ejemplo, que pongan fotos en las papeletas para que sean más accesibles para las personas que no sepan leer o que tengan alguna dificultad.
Me siento bien al saber que puedo votar como cualquier ciudadano y que ya nadie me puede poner excusas o decirme que no puedo.
Fernando Plaza, Centro Ocupacional ‘cuarentainueve’.
Área de Vida Adulta - AMP. Plena inclusión Madrid