La pandemia por COVID19 ha supuesto cambios en nuestras vidas que nadie podía esperar. Al principio de 2020, el equipo completo de la Fundación del Lesionado Medular (FLM) se preparaba para un año más lleno de retos, superación y nuevas propuestas. Nuestro equipo de auxiliares, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, profesores, psicólogos, trabajadores sociales, médicos, administrativos... tenía muy claros cuales eran los objetivos.

Y entonces llegaron los idus de marzo y todo cambió. De pronto, dejó de importar si el puesto era de administración, de enseñanza de informática o de atención directa. Todo un equipo completo volcado en salvar la vida de las más de 60 personas que residen en la FLM, en tomar todas las precauciones necesarias, en paliar la escasez manifiesta de recursos y el miedo que nos invadía a todos.

Las terapeutas ocupacionales se convirtieron en modistas de emergencia; los profesores, en cuidadores; los y las auxiliares, en héroes; los fisioterapeutas hicieron vídeos para cuidar también a los que estaban en casa. Nos atenazaba el miedo, pero en ningún momento dejamos que nos apresara o que se instalara en nosotros.

Teníamos una misión y la misión se cumplió. No dudamos en pedir ayuda y la ayuda no se hizo esperar. Cientos de personas, decenas de empresas se volcaron en ayudarnos con material, donaciones, con su cariño y su apoyo. Ellos creyeron en nuestra misión y nuestro esfuerzo.

¿Nuestros usuarios y nuestras usuarias? Un ejemplo a seguir. Nos miraban a los ojos por encima de nuestras mascarillas, primero, y las suyas después, y las de todos ahora, y entendían el miedo, la impotencia y la preocupación que escondíamos. Y nosotros, nosotras veíamos la que escondían ellos y ellas. Y no quisimos que nos llevara por delante, ni a ellos ni a nosotros. Hicimos ‘piña’. Fuimos ‘familia’. Fue muy fácil trabajar con quien entendía que, de esta, salíamos todos o no salíamos. Hubo bajas, sí, al principio. Perdimos a compañeros y a compañeras de manera irremediable. Pero eso también lo frenamos.

De pronto dejaron de importar todas las posibles diferencias que, en el día a día y en una situación “normal” podrían rondarnos las cabezas. Lo único que importó y la mejor lección que podíamos haber aprendido de todo esto es que juntos se llega más lejos.

La Fundación del Lesionado Medular es una entidad innovadora de referencia a nivel internacional. Es un Centro de Rehabilitación, un Centro de Día y un Centro Residencial. Es un recurso para mejorar la calidad de vida de todas aquellas personas afectadas por lesión medular, con el objetivo de dar opciones para que estas personas puedan lograr la plena participación en la sociedad.

No nos queda ninguna duda de que todo el equipo, al completo, es una gran familia. Pero desde marzo de 2020, más que nunca, es una gran familia de héroes.

Podéis conocer a alguno de ellos en este vídeo, hecho a base de entrevistas a representantes de todas las partes de la FLM (médico, residentes, usuarios de rehabilitación...), donde muestran su visión, su misión, su aprendizaje, su experiencia y su calidad humana. Pretende ser un homenaje a todos los que de alguna manera tienen relación con nuestra fundación y, por tanto, nos han dado la vida.

Ken Mizukubo Tarifa,

en nombre del Patronato

de la Fundación del Lesionado Medular