Con cabeza sí, de cabeza no

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06 Julio, 2023

Historias personales

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Me llamo Pedro y tengo 39 años. Os voy a contar cómo la vida me cambió en un segundo.

Un día de trabajo me fui después de comer a la piscina de un amigo. Estando allí me tiré al agua por el lado que cubría. Pero, después me fui al otro lado de la piscina, sin comprobar la profundidad, y me tiré de cabeza en picado sin poner las manos por delante. 

Me di un golpe muy fuerte en la cabeza y al salir a flote vi que no podía mover ni las piernas ni los brazos. Cuando me sacaron de la piscina no sentía las piernas y tampoco podía mover bien los brazos. Perdí la conciencia y ya me desperté en el Hospital de la Arrixaca de Murcia.

Me operaron de urgencia de la columna. Me había roto la vértebra c7. En la operación me quedé dos veces en coma.

Cuando consiguieron estabilizarme me mandaron al Hospital de Parapléjicos de Toledo. Y ahí fue cuando me dieron la noticia de que me había quedado tetrapléjico.

A partir de ahí me cambió la vida. Y no por haberme quedado en silla. Lo peor fue ver a tu familia sufrir por un error tuyo. Y no he dicho lo más importante, eso me sucedió con 22 años.

Ya en Toledo empecé la rehabilitación. Empecé a levantarme poco a poco de la cama, pero dormía por las noches intentando mover los brazos. No se pasa nada bien.

Después de un año en Toledo recuperé bastante movilidad. Tuve suerte porque mi lesión fue de la c7 para abajo. Pero para arriba te deja paralizados los brazos o incluso no te deja mover el cuello.

Ya en casa necesité ayuda para muchas cosas. Para vestirme, ducharme o sondarme necesito la ayuda de mi madre. Vamos, que tengo que depender siempre de una persona para ciertas cosas.

La vida te cambia mucho. Se echa de menos lo más insignificante, como por ejemplo dar una patada a una piedra. Es muy duro, la verdad es muy duro, pero yo lo asimilé rápido.

Soy fuerte de mente y por mi familia más. Y con eso quiero decir a todos los jóvenes que tengan mucho cuidado. Que antes de tirarse a la piscina de cabeza miren la profundidad. Que pongan las manos siempre por delante, que no hagan como yo que me tiré de cabeza en picado en la piscina.

La vida cambia en un segundo por hacer una tontería en la piscina. Yo pensaba que esto me podía pasar en una moto o en un coche haciendo alguna locura y me pasó en una cosa tan insignificante como tirarte de cabeza en la piscina.

Con esto quiero decir: no tiraros de cabeza nunca y menos si no sabéis la profundidad y sin poner las manos por delante. Es un consejo de una persona que lo está viviendo.

 

Pedro José Mendoza

 

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