Del arte a la tecnología: mi experiencia en el Programa RADIA
Soy Sandra Rodríguez Torrente, alumna de la V edición del Programa RADIA.
Vengo del mundo de las artes: estudié Arte Dramático y Escritura Creativa mientras trabajaba durante jornadas completas en la hostelería. Amaba lo que hacía, pero me faltaban tiempo, futuro y un espacio profesional donde crecer como mujer con discapacidad.
Y entonces apareció RADIA.
Al principio tenía miedo. Pensaba que llegar al sector tecnológico “desde las letras” y “desde el arte” era una osadía, que no encajaría, que me faltaban piezas. Pero descubrí lo contrario: aquí todo el mundo tiene un lugar. Lo importante no es de dónde vienes, sino las ganas con las que llegas: de aprender, aportar y construir un camino nuevo.
Para mí, RADIA no ha sido solo un curso: ha sido un punto de inflexión. Gracias a la formación, al acompañamiento del equipo y a la confianza depositada en nosotras, llegó mi primera oportunidad profesional en tecnología. Y entendí algo clave: mi trayectoria previa no era un error, sino el motor que me impulsaba hacia esta etapa.
Hoy puedo dedicarme a otra de mis pasiones: la docencia. Trabajo como formadora de IA en Hack By Security y ayudo a responsables y equipos directivos a integrar herramientas de inteligencia artificial. Todo lo aprendido sobre interpretación y escritura me sirve ahora para explicar conceptos complejos de forma cercana y comprensible, con el objetivo de impulsar una tecnología más accesible, humana e inclusiva.
De esta experiencia me llevo varias certezas:
La primera: las oportunidades se buscan; hay que salir a por ellas y atreverse.
La segunda: equivocarse y recibir “noes” forma parte del camino; cada tropiezo trae aprendizaje.
La tercera: el talento no entiende de apellidos, barrios, cuerpos o razas; entiende de coraje, constancia y resiliencia.
Si estás pensando en reinventarte o acercarte al mundo tecnológico y el miedo te frena, quiero decirte algo: no tienes que renunciar a quién eres. No se trata de borrar tu pasado, sino de integrarlo y potenciarlo. Lo que hoy ves como “otra cosa” puede ser lo que te haga única y valiosa en este sector.
Programas como RADIA pueden ser ese primer paso que lo cambia todo: un espacio seguro donde aprender, equivocarse y volver a intentarlo.
Gracias a Fundación ONCE, a Inserta Empleo y a todas las personas que hacen posible este programa. Ojalá seamos cada vez más las mujeres que demos este salto.
Sandra Rodríguez Torrente
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